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| A los jilgueros les encantan la arizónica para construir su vivienda. |
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| Cuatro. |
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| ¡¡Cuatro!! |
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| Caben todos. |
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| Aprovechado hasta el último milímetro cuadrado. |
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| Reina la armonía, la paz, la tranquilidad... |
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| La curiosidad les hará libres... |
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| Estupendo apartamento con vistas... |
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| ¡¡Buena suerte!! |
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| La reina decidió adueñarse del toril. |
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| Su cohorte nunca le abandona. |
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| Se cuentan por miles. |
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| Imposible contarlas... |
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| Llegan repletas de polen... |
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| Los espectadores. |
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| Peligro a lo lejos... |
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| Peligro más cerca... |
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| Cuatro peligros... |
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| Esto no es peligro. |
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| Tan contentos... |
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| Tan felices... |
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| Menos contentos... |
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| ¡¡ A ocultarse !! |
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| Camufladas, como los verdes, estudian la jugada... |
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| Ya no hay vuelta atrás. No hay salida alternativa. Me corta el paso. |
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| Esta orejuda ha decidido cobrarme peaje. |
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| Me toma la matrícula. Observa mis gestos. |
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| Pone la sirena. Enciende las luces... |
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| Mientras tanto, los de arriba siguen atentos a la jugada. Los que tienen plumas nunca pagan peajes. |
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| Aquí, tranquilita y a la sombra, permanece reflexiva y observadora... |
