Mi playa. |
Inmensa playa. |
Mis olas. |
Infinitas olas. |
La encina de Pepi. |
Puesta de Sol. |
La Luna y su noche. |
Es mi playa de verano. Sol que calcina, luz que ciega, bochorno extenuante. El campo se viste de quietud a las cuatro por la fiebre del rastrojo. Sólo las encinas resisten, insolentes y serenas, dejando una mancha de sombra fresca en medio del bochorno estival. Y tienen sed. Mucha sed. Y sufren. Esperan el frescor otoñal. Pero tienen sed. Todas las encinas tienen sed. Todos los vasos tienen sed. Todos esperamos...